domingo, 1 de mayo de 2011

Himno Lema de la Reforma Evangélica: "Castillo Fuerte es Nuestro Dios" -...



La Iglesia Católica no nació de Cristo. La Iglesia Cristiana tiene la semilla de Dios y se recibe aceptando la autoridad de las Sagradas Escrituras contenidas en la Biblia. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, la cual, solo se recibe una vez y sella al individuo que la recibe en un pacto eterno con el Creador.
El origen de la Iglesia Católica fué la decisión de un Emperador Romano que quiso que todo su imperio creyera lo mismo. Los demás Emperadores que le precedieron intentaron que creyeran en la tradición. Los romanos creían en muchos dioses. Tenerlos a todos contentos debería notarse con bendiciones en la vida y en el Imperio. Con los cristianos habían probado toda clase de medidas para exterminarlos:  cárcel, torturas, echarlos a las fieras del circo, condenarlos a galeras. No faltaron crucifixiones, decapitarlos o quemar vivos a inocentes.  Solo porque creían en un Dios que creó todo el Universo. Debería buscarse otra manera de unir los ciudadanos del Imperio.
El Emperador Constantino I tomó una decisión drástica para solucionar este problema que llevaba siglos derramando sangre inocente y en lugar de acabar con el cristianismo, lo expandía aún fuera del Imperio.
Se le ocurrió que todos fueran cristianos a las buenas o a las malas. Por supuesto esto nada tenía que ver con la voluntad de Dios que respecta la voluntad de cada humano. Jesús mandó predicar el evangelio de salvación y luego de escucharlo o leerlo, cada persona debía tomar una decisión personal si aceptaba o no a Jesús en su corazón.
Los cambios realizados desde entonces por la Iglesia Católica en diferentes Concilios, para nada se acercan a la voluntad de Dios. Son un espectáculo teatral alejado de la Biblia.
La Iglesia Católica, lejos de incrementar a la cristiandad auténtica que recibía a Jesús  como su Señor y Salvador, trató de suplantarla y exterminar a la auténtica cristiandad. Prohibió leer la Biblia, en muchas ocasiones quemarlas en público en inmensas hogueras, perseguir a los cristianos auténticos que condenaban el proceder de la Iglesia Católica. Como si de una ramera se tratara, procuró meterse en todos los gobiernos y corromperlos hasta lo indecible. Incluso manejó reyes a su antojo, bajo amenazas de excomunión. Se enriqueció y vendía el perdón de los pecados por dinero, según las riquezas del arrepentido.
Lutero puso fin a este proceder. En primer lugar, escribió las disconformidades que se apartaban de la Biblia. Como el Vaticano no cambió, hubo un divorcio en la cristiandad. Antes que él perecieron miles que lo intentaron. La Inquisición era una herramienta exterminadora hasta el siglo XIX.


1. Mateo 1:18: El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.

2. Mateo 1:20: Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

3. Mateo 3:11: Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

4. Mateo 12:32: A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.

5. Mateo 28:19: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

6. Marcos 1:8: Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.

7. Marcos 3:29: pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.

8. Marcos 12:36: Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies.

9. Marcos 13:11: Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.

10. Lucas 1:15: porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.

11. Lucas 1:35: Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

12. Lucas 1:41: Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,

13. Lucas 1:67: Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:

14. Lucas 2:25: Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.

15. Lucas 2:26: Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.

16. Lucas 3:16: respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

17. Lucas 3:22: y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.

18. Lucas 4:1: Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto

19. Lucas 11:13: Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

20. Lucas 12:10: A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.

21. Lucas 12:12: porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.

22. Juan 1:33: Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.

23. Juan 7:39: Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

24. Juan 14:26: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

25. Juan 20:22: Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

26. Hechos 1:2: hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;

27. Hechos 1:5: Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

28. Hechos 1:8: pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

29. Hechos 1:16: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús,

30. Hechos 2:4: Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

31. Hechos 2:33: Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.

32. Hechos 2:38: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

33. Hechos 4:8: Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel:

34. Hechos 4:31: Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

35. Hechos 5:3: Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?

36. Hechos 5:32: Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

37. Hechos 6:3: Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.

38. Hechos 6:5: Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;

39. Hechos 7:51: ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.

40. Hechos 7:55: Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,

41. Hechos 8:15: los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;

42. Hechos 8:17: Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.

43. Hechos 8:18: Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,

44. Hechos 8:19: diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.

45. Hechos 9:17: Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

46. Hechos 9:31: Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.

47. Hechos 10:38: cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

48. Hechos 10:44: Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.

49. Hechos 10:45: Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.

50. Hechos 10:47: Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?

51. Hechos 11:15: Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio.

52. Hechos 11:16: Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.

53. Hechos 11:24: Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.

54. Hechos 13:2: Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

55. Hechos 13:4: Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.

56. Hechos 13:9: Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos,

57. Hechos 13:52: Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.

58. Hechos 15:8: Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros;

59. Hechos 15:28: Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias:

60. Hechos 16:6: Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia;

61. Hechos 19:2: les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.

62. Hechos 19:6: Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

63. Hechos 20:23: salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.

64. Hechos 20:28: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

65. Hechos 21:11: quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.

66. Hechos 28:25: Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo:

67. Romanos 5:5: y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

68. Romanos 9:1: Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo,

69. Romanos 14:17: porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

70. Romanos 15:13: Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

71. Romanos 15:16: para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo.

72. 1 Corintios 6:19: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

73. 1 Corintios 12:3: Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

74. 2 Corintios 6:6: en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,

75. 2 Corintios 13:14: La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

76. Efesios 1:13: En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

77. Efesios 4:30: Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

78. 1 Tesalonicenses 1:5: pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.

79. 1 Tesalonicenses 1:6: Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,

80. 1 Tesalonicenses 4:8: Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.

81. 2 Timoteo 1:14: Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.

82. Tito 3:5: nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

83. Hebreos 2:4: testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

84. Hebreos 3:7: Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:
Si oyereis hoy su voz,

85. Hebreos 6:4: Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,

86. Hebreos 9:8: dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.

87. Hebreos 10:15: Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho:

88. 1 Pedro 1:12: A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.

89. 2 Pedro 1:21: porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

90. 1 Juan 5:7: Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

91. Judas 1:20: Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,

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