domingo, 2 de marzo de 2014

RECONCILIACION I

Hace unos diez años creí acabar una mala experiencia con unos espiritistas pertenecientes al Movimiento 666 de Castelldefels. Yo soy cristiano evangélico y los espiritistas querían matarme porque me negué a entrar en su secta satánica. Con magia negra consiguieron meterme un demonio dentro, pero como ya estaba el lugar ocupado por el Espíritu Santo, se lió la de Dios.
Durante 3 años estuve soportando las amenazas, ruedas rajadas de camión, pintadas de graffiti, amenazas de muerte, de daños a familiares, etc. Como el Espíritu Santo ganó al demonio que llevaba dentro, quisieron hacerme jefe de su banda (se dedicaban a hacer todo el daño imaginable a inocentes que se cruzaban a su paso), me negué y a pesar que me prometieron dejarme en paz si vencía, siguieron acosándome.
Para empeorar las cosas eligieron a una novata que yo ya conocía para volver a repetir la historia de meterme otro demonio dentro. Lo volvieron a conseguir y también murió su amigo. Entonces quisieron hacerme jefe otra vez. Me dijeron que harían lo que yo les dijera, pero hacían lo contrario y las cosas les iban de mal en peor. No contentos con ello, me culpaban a mi de sus males, cuando en realidad mis consejos eran buenos y se hubiese solucionado su calvario si me hubiesen hecho caso. Me decían que querían hacerse de mi religión. Les invitaba a ir a cualquier iglesia evangélica del mundo (hay varios millones de ellas) y no quisieron. No querían ir a la iglesia que yo iba, ni siquiera hablar con mi pastor, sino que querían que yo me fuera con ellos y me nombrarían su jefe. Me negué y yo insistí en que quería hablar con sus pastores evangélicos para arreglar el asunto y ellos se negaron a ir a iglesias evangélicas y mandarme a sus pastores. En lugar de ello, me mandaban prostitutas que me pedían sexo en cualquier lugar. Nunca acepté y ellos se molestaban por ello. Seguían haciéndome daños diversos que me han arruinado económicamente hasta lo indecible. Cuando les hice ver como estaban las cuentas y lo que tenían que pagarme por la reconciliación, se asustaron y dejaron de molestarme de forma constante. De vez en cuando, cada vez con menos frecuencia, alguno intenta hablarme, pero desafortunadamente, con mentiras que hasta ahora yo se las hecho en cara. Diciéndoles la verdad, parece que me proteja pero me doy cuenta que con mi actitud nunca habrá una reconciliación. Tal vez algunos tengan algo de arrepentimiento sincero, porque por sus hechos así los conozco actualmente. Algunos deben estar mal, el año pasado me echaron culebras vivas por debajo de la puerta del patio. Se nota que fueron criadas en cautividad, se dejaron matar con suma facilidad y no tenían ningún instinto como tienen las nacidas en estado salvaje.
En otro tiempo hubiese preferido que la policía mediara la situación, pero como les tienen pánico y desconfianza, pienso que es mejor que nos reconciliemos a su manera. Les doy una oportunidad de confianza y quiero reconciliarme con todos los que quieran. Que se dirijan a mí a través del correo electrónico coalserco@gmail.com . Yo estoy dispuesto a perdonarlo todo, aunque ya lo hice desde el primer momento, lo que pasa es que no me creyeron porque no quise ser uno de su banda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien

Anónimo dijo...

Bien

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